He dibujado los contornos de tu rostro
con mi dedo corazón.
Tú has cerrado los ojos.
Palma con palma,
mis labios han recorrido tu cuello
y me he dejado reposar en tu hombro,
ahora sí, sosteniendo una certeza,
manteniendo un plenilunio.
Has vuelto, dulcemente, has vuelto
¿Dónde me buscas?
Que inútil pregunta, que cajón sin límites dónde ni con brazos como chicles alcanzo a tocar mi ubicación.
He sabido de unicornios azules,
del sordo torbellino de mi llanto
bordando de luciérnagas tus tules,
y en la nocturnidad de un Campo Santo
te pinté plateados abedules.
Me sedujiste con un blanco plumier,
y aún no distingo el hoy del ayer.
Hay días que llevan a cuestas un misterio, días que caminan lentos y desnudos, desnudos y tristes, tristes y cabizbajos, apegados al sótano de lo inconcluso, de lo que dejó de sostenernos, de lo que no termina de atravesar el muro del corazón y se mantiene así, ceñido a las arterias , viendo correr las lágrimas entre sus intersticios.
En el fondo del retrato y a deshoras , la lluvia trae tu voz y me taladra, entonces de los hombros de esos días se esparce una acuarela de graves y agudos recordatorios dónde reposo la cabeza , sólo para acompasar el tañido de mis latidos con el de las gotas que ahogan cualquier íntimo deseo, sólo.
Posiblemente hoy sea un día de esos; de esos que portan un arcano a hurtadillas y me asalta allí dónde se agrieta la roca, allí dónde me guiña la herida, en ese cementerio vivo, más vivo que la vida misma cuándo te ocupa entera, te moja entera, te fragmenta entera, y en cada uno de sus pedazos te devuelve el reflejo de unos ojos que aún son borrasca .
Domingo sin paraguas...
...
Esta hora de cuchillo y precipicio, de quebranto y mordaza , expendedora de egos plastificados , dron que sobrevuela continentes y cabezas, afilando la guillotina desde los tronos.
Espuela directriz de las masas, aguijón de las mentes , lava que indomable se acerca a los costales de la filantropía, arrastrando cadáveres de guerras inducidas por mensajes espurios.
Guadaña adulterada que sobrevuela un cielo envenenado, segadora de niños en fronteras corruptas.
¿En que pérfida entraña se pudrió la manzana?
¿Que será de nosotros?
Los timbres de la tierra auguran ritmos meteoros
y aún, un agudo trueno viste de petricor
las aceras, los charcos , el espíritu hueco que el
invierno me trajo.
Este caudal profundo que invade la memoria
escucha tiernamente el canto de la sangre que
antecede al cortejo, que la luna, a lo lejos depósito
en mi nido.
Quisiera ser flamenco, faisán o mariposa, ser
capullo de rosa rendida al frenesí,
caer abruptamente en las garras del lobo,
desoír la tormenta , borrar el cielo gris,
abrazarme a mí fuego,
provocar el deshielo ,
hacer que un aire tibio sacuda mi jardín .
Matorral de deseo henchido de colores ,
guarida de cigarras.
Ser primavera, al fin...
Me dicen que soy gitana,
que soy gitana.
Pero mi piel no es morena
porque es de nacar,
y mi carreta es de oro
que no es de plata.
Hay querubines cetrinos
de negra bruma
y churumbeles azules
como la espuma.
Son noches los faralaes
de mis enaguas.
Lunares que giran solos
sobre las aguas.
Dos soles son los pendientes
que me sostienen,
y dos lunas los tacones
que me mantienen.
Castañuelas en las manos,
abanico de mirada.
A mí no me gusta el oro...
Y dicen que soy gitana.
.
(Chasqueando los de
dos,bajito,
así me gusta a mí)
Me atribuyo el placer de pensarte,
de imaginarte íntimo,
con la furia vagamente absorta e inmóvil,
sobre un cuerpo que se desviste al abrigo de un
vuelo imprevisto, al calor de tus hombros.
Me quedo en tus oídos, arrullándote... :
Hombre que tensa mis cabellos de trigo con sus
manos de pelícano.
Lobo que acomete mis ruegos, el alfabeto de la
prehistoria rodeando la pelvis.
Me acuso de fantasear con las palomas que escupe
un dragón , que escondido, anida en mi
dormitorio.
( Prometo ensayar 😉)
Caen de rojo plomizo las nubes
sobre el acantilado.
A lo lejos...Se divisa un velero.
Las velas desplegadas,
con hambre de viento.
El horizonte traza una linea perfecta.
Abre una ventana.
Se asoma la tierra.
La luna desnuda, alisa su pelo,
se lava la cara
entorna los ojos,
mira de reojo hacia el otro extremo.
En el mar su figura
se dibuja infinita.
El sol aparece,
le dice: "Te quiero".
Cruzan las miradas,
hablan en silencio.
Desde la distancia
gaviotas parlantes,
medio adormiladas,
levantan el vuelo.
La arena destrona su tono azabache
y un brillo dorado comienza
a dar su destello.
Mis pies juguetones danzan con las olas,
se inunda la mirada de colores nuevos,
la orilla de sal me envuelve por dentro.
Se funden sonidos en un solo eco.
Apagada la noche
se marcha a su lecho.
Encendido el día
calienta mi cuerpo.
Amanece.
Renace el misterio.
( Existen...
Las he visto
Cortinas en el cielo)
Lo encontraste ahí.
Encontraste mi epitafio,
la carta y el dosel de la cama.
Lo encontraste al fin.
Mi música 🎼
Mi beso
La toalla compartida.
El verso abierto.
El olor a café.
Mis castañuelas.
Tus calcetines.
Mis medias.
La medida de mi cuerda.
El calibre de tus manos.
Estará ahí.
Aún se queda dormido el gato en las alfombras.
Tus huellas en los vasos, y en las tazas mis labios.
Es una casa azul, con nubes en las puertas y un regaliz rondando entre las piernas
Con el humilde beso de la nada.
¿Y que mejor qué eso?
Qué ser nada.
Todo lo que aprendí, mudando las enaguas.
Yo no entiendo de mundos, pero los mundos me abarcan.
Y me quiero marchar, pero todo me abraza.
Nunca hubo más luz
que en la oscuridad,
dónde te soñé,
que he dejado atrás,
atando las olas
para que este mar
que llevo por dentro,
no me pueda ahogar
y ahora...se va
y ahora, no veo
y ahora, no está
y ahora, no puedo
y ahora , no debo,
y ahora, no espero.
Y el gigante del alma
me sube a su hombro
Y me prende una estrella
en el pecho; por naufragar.
Paradoja la vida,
su lección de aguacero,
que te abre una herida
pronunciando un : "te quiero"
Nunca habrá más luz
Nunca habrá más sueño.
𝄞♬♬
song ♬
Dicen que infrinjo las normas...😳
😂😂 Déjà vu!! Uh
Hay una contundente evidencia en la ausencia:
Una veraz presencia más que en la presencia misma, el innegable valor de aquello que una vez se tuvo y que amparado en la convicción, no lo adquiere del todo. La supremacía del pequeño dios que se lleva dentro :el que no contempla la pérdida.
Después llega el ojo sin cuenco, ya no está la visión que nos deleitaba con unos matices exentos a nuestra mirada, esa extraordinaria conexión que , por única , es inexplicablemente sutil, fina , singular en tiempo y en espacio y de la cual no se es consciente hasta su extravío.
Nadie tiene una cábala para mantener una estrella en las manos y multiplicar su luz por el infinito factorial del alma.
Quizás solo haga falta contemplar la belleza de lo sencillo, aceptar la maravilla de sostener un grano de arena dónde depositar una lágrima y asistir al milagro de la vida.
Todo sobra cuando todo alcanza.
(El peso de la Brisa)
Rescate
Existe un fin del mundo
antes del fin del mundo...
Y está en los ojos del que no ve.
Y está en los ojos del que no mira.
Existe un batir de alas
en el aplauso del cínico que no tiene alas
pero hace ruido...
En los genuinos poderes de quienes
aborregan a aquellos que observan, gritan y
lloran.
(Porqué también los ojos son
cascadas e instrumentos que se
revelan, cuentan y condenan)
Hay un apocalipsis en cada uno
de nosotros que a veces se acomoda a
la ceguera.
Así, los destructores, hilan cientos, miles,
millones de ojos para que ,como marionetas,
acudan prestos y al unísono al teatro de la
distracción.
Fenecen los niños recién nacidos,
de hambre, de frío.
¿Que tantas embarazadas no querrán ser
parturientas?
¿Que peor horror que desear no engendrar lo
amado?
Que de preguntas extinguen cualquier atisbo
de humanidad. ¿Verdad?
Gritar no es necesario ( nos dicen)
Sangrar es suficiente.
Morir, inevitable.
O no ...
Recuerda lo que eres,
aunque no estés
eres lo que recuerdas.
Abraza el horizonte aún
sea la hoja de un cuchillo
anhelante de tu sangre.
Abrázalo fuerte,
que beba de tu fe.
Deja que exista en la memoria
colectiva,
en los poemas de amor,
en los momentos de éxtasis
que canta la literatura.
Recuérdate horizonte
amarrado tal vez una aurora,
quizás una mirada,
una ausencia,
un grito ,
una lágrima,
un cuerpo en la orilla,
un barco en la bahía,
al reflejo maldito
de un existir dudoso.
A mi beso...
A mi beso inundado
de aparente geometría.
Lleno, tan lleno de tu boca.
Tan sin duda traspasando
el límite de nuestros labios.
Recuerda lo que eres,
amor, aunque no sea.
El olvido es un ojo
que se abre difuso
en este instante ciego
donde calan mis deseos,
prófugos.
Dionisios y rebeldes.
Inocentes refugios
donde mullir las ramas
adheridas al tronco
que es mi cuerpo inquilino,
que es mi cuerpo bramante
caminando entre sombras
diluyendo el asfalto
de una ciudad sin nombre.
Aterrizan las alas , por fin ,
en un deseo que ya es certeza,
y repliego la urdimbre del destino
en el abal que fue fe, dolor y kamikace.
Sé que soy el invento de unos dioses
que jugando a formarme me inventaron
de carne y de palabra.
Se que soy una tirada de dados en esta
ruda ruleta que conforma la ciudad sin ley
que me rodea.
Sé que soy la advenediza , también, porqué
sueldo las noches con los días y me atrevo
a soñar .
Y me atrevo a creer.
Y hasta a amar me atrevo en esta selva
inmunda y prodigiosa.