martes

 





Sueño con volver a las noches mansas,

donde mi cuello se deshace en tu boca,

se desliza entre tus labios y se eleva, solo,

así de solo cómo un capítulo sin final,

alargando un gemido entre los hombros.

Notas la elasticidad de mi cuerpo 

buscando el tuyo , allá dónde no hay remanso,

dónde se acunan las manos y amanecen de porfía

 los arrullos y las risas.

En la vaguada de mi omóplato reposan tus

 golondrinas ,  y tú,  adyacente a mis costuras 

aplacas tu figura de dios .

Cómo si yo no supiera que es tu supino pez el que

me navega,  y yo no fuera una elipse dibujada

con la saliva de tus epílogos.




























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