Me arranqué los oídos y los guardé en la mesita, en el mismo cajón que guardé los dedos que entrené tantas veces para hundirme en tu cuerpo.
Me quité la cofia y la corona , y juntas, las escondí en la tercera loseta, grado cuatro, entre la cava y el ...oasis ... Ese que canta solo.
El caso es que pasé del ruido de fuera , al ruido de dentro , inventando caballos dónde sólo había viento atizando de sueños mis espuelas ...
Que digo ... dónde sólo había llanto.
¿Sabes de qué me acuerdo, amor?
De tu compañía.
De tu mano tomando la mía en las calles fúnebres y sombrías.
De como las llenábamos de luces y de risas y apagábamos cualquier miedo con el soplo de ese deseo de sentirnos.
El suelo está resquebrajado , pero nunca lo cambiaré, nunca venderé esta casa , ni su adyacente terreno tan lleno de galaxias
.
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