Le dejé todo.
(Bueno... menos un esqueje que aún lucha por brotar)
Trátelo bien.
Riéguelo de vez en cuando si se cruza por su mente alguna de mis notas disonantes, o se topa con la rama despistada de un árbol, o incluso si una ola le rompe por sorpresa , ahora que es el tiempo.
Es recomendable que lo haga con algo de cariño por eso de que el pensamiento es una energía,(dicen) que vuela hacia lo pensado, así como el espejo devuelve la imagen y a uno le da por pararse, y mira, y mira y ¡oh! se ve.
Yo me quiero ver limpia y guapa, con el corazón reluciente , las manos llenas de caricias y un cuaderno en blanco para vestirlo de recuerdos. Usted sólo tiene que sonreír cuando mi sombra deambule por alguno de sus espacios, para que ella vuelva, para que me encuentre, aquí, dónde aún fértil, se yergue mi jardín.
Hoy se escapó su nombre por debajo de la puerta, salió sin apenas dejarme darle un beso en la frente y un "ten cuidado", y un "cuídate". Salió corriendo con el niño a cuestas con el que a veces jugaba al escondite. Pero aún se queda el eco de su voz perfumando toda mi piel y mi morada, el hombre, el hombre de su nombre abarcando mis labios, pronunciando otro beso que aún retumba de vuelta de un sueño que retuve , que apreté entre los muslos para que no marchara y regrese de nuevo, como un boomerang raudo trayéndome sus flores.
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