sábado

 




Existe un fin del mundo 

antes del fin del mundo...


Y está en los ojos del que no ve.

Y está en los ojos del que no mira.

Existe un batir de alas 

en el aplauso del cínico que no tiene alas 

pero hace ruido...

En los genuinos poderes de quienes 

aborregan a aquellos que observan, gritan y

          lloran.

(Porqué también los ojos son 

cascadas e instrumentos que se 

revelan, cuentan y condenan)

Hay un apocalipsis en cada uno 

de nosotros que a veces se acomoda a

la ceguera.

Así, los constructores, hilan cientos, miles, 

millones de ojos para que ,como marionetas, 

acudan prestos y al unísono al teatro de la

distracción.

Fenecen los niños recién nacidos,

de hambre, de frío.

¿Que tantas embarazadas no querrán ser

 parturientas?

¿Que peor horror que desear no engendrar lo

amado?


Que de preguntas extinguen cualquier atisbo 

de humanidad. ¿Verdad?

Gritar no es necesario ( nos dicen)

Sangrar es suficiente.

Morir, inevitable.


          O no ... 










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