martes

 

El montoncito de arena que se está formando a mis pies, me trae a la memoria el silbido anunciando la nube de Herodoto, con su cola de viento tiñendo el cielo de rojo.

Su aerófono zumbido arrastrando el simún, la danza de la duna mudando las esporas a mi pecho, donde los alvéolos pujaban por saltar, y esa ceguera plomiza puliéndome los ojos.

Si...Rememoro el infierno que vino de visita a mi jaima en el desierto.
Desde entonces conozco la lengua de los médanos y su grito de guerra.

Bueno...yo y mi camello de carreras que me rumiaba nervioso:

- ¡Ponlos en polvorosa!

 


(Mini textos en Siena) 


 

 

No hay comentarios: