miércoles

Diatriba

 



El olvido es un ojo 

que se abre difuso 

en este instante ciego

donde calan mis deseos,

prófugos.

Dionisios y rebeldes.

Inocentes refugios 

donde mullir las ramas

adheridas al tronco 

que es mi cuerpo inquilino,

que es mi cuerpo bramante

caminando entre sombras 

diluyendo el asfalto 

de una ciudad sin nombre.

Aterrizan las alas , por fin , 

en un deseo que ya es certeza, 

y repliego la urdimbre del destino

en el abal que fue fe, dolor y kamikace.


Sé que soy el invento de unos dioses

que jugando a formarme me inventaron 

de carne y de palabra.

Se que soy una tirada de dados en esta 

ruda ruleta que conforma la ciudad sin ley

que me rodea.

Sé que soy la advenediza , también, porqué 

sueldo las noches con los días y me atrevo 

a soñar .

Y me atrevo a creer.


Y hasta a amar me atrevo en esta selva 

inmunda y prodigiosa.









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