martes




Entre tu boca y mi boca hay toda una declinación de intenciones 
que nos nomina carne y nos evoca dioses, 
acusando la genuina entrega de nuestros cuerpos que se datan en la desnudez de un eclipse ancestral y , sin habla, madura entre nuestros pechos.

¿Acaso no ves los infinitos restos de vocablos que se desprenden de los besos cuando nos encontramos y sólo una sombra nos sobrevuela?

La nuestra...















No hay comentarios: