Abarca con tu pecho
mi pecho que se agita,
cómo una pluma al viento
mecida entre tus brazos.
Ocúpame por dentro
vientre contra vientre,
que seas tú quién guíe
los pasos y vaivenes,
ora raudo, ora lento,
exudando las pieles.
Que seas tú quién marque
las idas y venidas,
los tiempos, los embates,
el ritmo...con tus bridas.
Que seas tú mi aliento y
te inundes de mí,
cuándo tras el silencio susurres:
eres mía y yo grite que sí.
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