domingo

 

 

Has abierto una puerta y pronuncias mi nombre 

para que yo lo escuche en tu voz que comienzo a sentir familiar.

Tus dos pozos brillantes 

me observan atrevidos 

ingrávidos y negros 

tentándome a su mar.

Me lees al otro lado

sabiendo que es caricia 

el susurro que dado

atraca en el oído.

Que borra cualquier rastro 

de aquello que era ruido ,

que despierta el deseo 

de que se quede ahí.

Pidiéndote: así, más...

Pidiéndote: así... más.

Y apago cualquier otra luz 

que disipe tus ojos

porqué es en esos ojos 

dónde me voy a mirar...



 




No hay comentarios: