domingo




Voy ligera como el viento y como el junco.

Ambas caras de una misma moneda.

Uno libre , al auspicio de los brazos del tiempo.

El otro quedo, aferrado a la tierra , pero ágil en el movimiento de su danza.

No cargo con responsabilidades profanas.

Camino deshojando olvidos y desnudando recuerdos, haciendo la maleta de la memoria que un día yacerá conmigo en el lugar de dónde partí.

Será el mar mas prosaico y dúctil , más fútil en la maleza de sus olas.

Revertiré a la gota que engendró el océano del que desciendo.

Y así me acomodo entre la pausa y la vivacidad de lo que soy.

Desplegando mis costillas para que vuelen mis alas.




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