jueves

Voler avellue

Había una vez ...
Un alma que volaba hacía un destino incierto.
Serengueti de Ñu.
Buitre desierto sin reloj en la muñeca donde moler la hiena,
ni pupitre con regla que borre la pizarra.
Ni merengue de azúcar que le cierre la boca.
Ni un ábaco contando las lineas de la mano...
Mujer que se ha dejado la sangre entre las sábanas.
Solo el amor le hizo arrancarse de versos la luna y rodar con ella
la calle y el asfalto.
Fue la puta del lobo , guardián de los corrales,
meretriz de los zorros ,  cobrándose en corderos.
La calma de los colmillos
de los perros en celo.
La cama de los pretextos.
La plañidera del mísero.
La leona que ruge cuando tocan su instinto...
La pluma cuya tinta solo escribe de sangre.
La dama calavera de los recuerdos regios.
También fue la ternura, la piel y el terciopelo.
La miel entre las piernas y la espada en el pelo.


(fragmento: Cuentos incontables)

L.



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